domingo, 12 de junio de 2011

El control de Esfinteres




El control de esfínteres no se aprende. Se adquiere cuando el niño está maduro para ello.
Aunque la estimulación puede influir en algunos niños, lo cierto es que todos intentarán controlar esfínteres entre los 2 1/2 y 3 años.

La etapa de adquisición del control de esfínteres de nuestros hijos, nos enfrenta con muchas cosas que quizás nos cuesta ver:


1. El placer de los niños al poder decidir casi por primera vez, si retienen su pis o su caca, y hacerlo donde y cuando lo desean


2. La delimitación de una zona de autonomía, de la cual quedamos excluidos.


3. Es un espacio de poder, donde son ellos quienes deciden y les causa placer estrenar esta capacidad de hacerlo por sí mismos. Nos cambia radicalmente de lugar: aquí no podemos ordenar, ni forzar, ni apurar las cosas. Cada uno lo hace cuando quiere.


Aunque un niño controle esfínteres durante el día, pueden pasar aún muchos meses más hasta poder hacerlo por la noche. Usualmente se dice que luego de varias noches con el pañal seco, el bebé está listo para dormir sin él.


A la hora de pensar en esto, es importante tener en cuenta que:


1. El niño debe estar de acuerdo y saber exactamente qué está ocurriendo, qué se espera de él ("como hace varias noches que no mojas el pañal, ¿te gustaría probar dormir sin él? Te pondré un plástico debajo de la sábana para que no te preocupes si te haces pis, y probaremos. Si no quieres, probamos más adelante")


2. Como todo proceso, el control de esfínteres no es algo lineal, sino que habrá muchos avances y retrocesos. Esto es parte de lo esperable, y lo más importante es que nuestros hijos sepan que los acompañamos en este proceso y lo esperaremos todo lo que haga falta.


3. En cualquier orden de la vida, el reforzamiento positivo es beneficioso ("qué bien lo hiciste, estoy orgullosa de ti", "casi llegamos al baño esta vez, la próxima será mejor aún"). Bajo ningún concepto es aceptable que retemos al niño, que lo humillemos, que lo ridiculicemos o comparemos con otros amigos o hermanos que ya han logrado el control de esfínteres. Recordemos que no hay nada que él pueda hacer para controlar. No depende de que se acuerde, de que esté atento, ni de nada de eso. Se debe estar maduro para eso, y humillarlos o pretender acelerar el proceso es tan ridículo e infructuoso como gritarle a una oruga pretendiendo que se convierta en mariposa.
 
Nelly Matamoros

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